Calor, mucho calor, demasiado calor y encima en hora punta, era lo único que lograba hacernos cambiar de tema. Primer partido de una temporada que empezaba cómo terminó la campaña anterior, jugando contra el CAU en Orcasitas. Pero esta vez se cambiaron los papeles, ni nosotros llegábamos igual de fuertes, ni ellos eran un grupo de amigos que se reunían para seguir jugando los fines de semana. Un ascenso a DhB sienta muy bien al equipo “B”, demasiado bien y si además lo unimos a que nos presentamos al partido con 14 efectivos por razones varias, nos sale como resultado un abultado 87-10 para los de morado. Sabíamos lo que teníamos y que habría que dejarse la piel, los codos, las rodillas y las narices si hacía falta, pero delante tuvimos un rival férreo en defensa e inteligente en ataque. Supieron leer el juego en superioridad numérica y a medida que avanzaba el partido, también física y no dejaron ninguna opción. Los ribereños terminaron la primera parte agotados, desganados, sin esperanza alguna y con un marcador en contra con una diferencia de más de 50 puntos.
Pero la raza y el coraje que definen a este equipo se hizo valer en la segunda parte. Encontramos fuerzas en los últimos recobecos de nuestro corazón y 
luchamos no por nosotros, sino por el equipo, por el nombre y el escudo que llevábamos al pecho y golpeamos al rival cuando menos se lo esperaba, un ensayo transformado que nos supo a victoria. Los de cielo y vino aguantaron el tipo como buenamente pudieron en el segundo tramo, dondedejaron mejores sensaciones que en la primera parte. 14 jugadores en acta, jugando 13 realmente, 2 jugadores inexpertos que se estrenaron en partido oficial y una pequeña lesión a mitad de partido que nos dejaba con 12. Viéndolo así, no destacan los 87 puntos recibidos en contra, llama más la atención los 10 puntos conseguidos por 13 valientes que salieron a morir con con la cabeza bien alta.
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